CAPITULO VII
-UNA VUELTA A LA HOGUERA DEL CAMPAMENTO-

El forastero hizo una pausa en su historia.

Cautivado por el cuento, nosotros no nos habíamos movido mientras él relacionó la historia de nuestro mundo. Su voz, aunque suave, penetrado profundamente en nuestras cabezas - como si mágico en naturaleza. El mito del que él habló era completamente diferente de esto que nosotros sabíamos, aún que ninguno protestó., los guerreros más aclimatados en todas las tierras, fuimos dibujados al forastero y aún sobre borde, nervioso, aún temeroso de este mero hombre. Cuando un búho cercano se dio a la fuga, nos estremecimos en el batir repentino de alas.

El forastero rió en silencio, levantó el tubo que arde sin llama a sus labios, y siguió su historia.

" Automáticamente no deje de lado mi historia porque esto es diferente de aquellos usted sabe de los dioses. No hay ninguna prueba que sus sacerdotes son más cercanos a la verdad que un poeta vagante. La historia de los dioses es la voluntad de los dioses, no la de gente. ¿Y así, cómo sabrían meros sacerdotes la verdad? Escuche otra vez como sigo. Esto es la historia de la tierra después de la desaparición de los dioses. Esto es su propia historia."